Guillermo Endara Presidente
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Biografía del Lic. Guillermo David Endara Galimany

Nace el 12 de mayo de 1936, en la ciudad de Panamá, Provincia de Panamá.

Con ascendientes ecuatorianos por parte del padre y catalanes por parte de la madre, es hijo de Guillermo Endara Paniza, pionero de la radiodifusión panameña y empresario en los ramos del comercio, la industria y la construcción. El joven recibió la educación primaria en el Colegio Miramar de Ciudad de Panamá y, luego de emigrar temporalmente la familia por motivo del golpe de Estado de 1941, en el Colegio La Salle de los Hermanos Cristianos en Buenos Aires, y la secundaria en Estados Unidos, en el Black-Foxe Military Institute de Los Ángeles, California, una entidad homologable con el high school de donde egresó con el grado de capitán.

Emprendió estudios de Pre-Medicina en la Universidad de Tulane y de Contabilidad en el Seulé Business College, ambos en Nueva Orleans, aunque terminó licenciándose en Derecho y Ciencias Políticas por la Universidad de Panamá, con una tesina titulada La función de la sociedad anónima y con honores de excelencia académica. Más tarde realizó un curso de posgrado en Derecho Anglo-Norteamericano por la Universidad de Nueva York. De regreso a su país se integró en la plantilla docente de la Universidad de Panamá como profesor de Derecho Mercantil y en 1963 se incorporó también a una conocida firma de abogados que luego se convirtió en un bufete de cuatro socios, llamado Solís, Endara, Delgado y Guevara. 

Endara figuró entre los militantes fundadores, en enero de 1961, del Partido Panameñista. En las elecciones del 10 de mayo de 1964, que colocaron en la Presidencia de la República al liberal Marco Aurelio Robles Méndez, Endara salió elegido diputado suplente, aunque luego solicitó y obtuvo la nulidad de sus credenciales como legislador electo en protesta por el fraude del que habían sido objeto otros compañeros de lista del PP.

Cuando su jefe partidario llegó a la Presidencia cuatro años después, Endara se estrenó en el efímero Gobierno constitucional panameñista como director general de Planificación y Política Económica, una función que sólo desempeñó durante diez días. Después del golpe de Estado de los militares, el abogado integró la lista de perseguidos políticos de la dictadura, viéndose obligado a operar en la clandestinidad. A partir de 1969 comenzó una etapa muy azarosa de exilios que discurrieron primero en la Zona del Canal -bajo jurisdicción de Estados Unidos-, en casa de una tía suya que estaba casada con un coronel médico del Ejército norteamericano, luego en Guatemala y finalmente en Miami, después de ser arrestado por la policía política.

El arranque por Torrijos de un proceso constitucional para restablecer gradualmente el sistema pluripartidista espoleó la reorganización del campo opositor. Ya de vuelta a Panamá, en 1977 Endara fue designado para formar parte del Comité Político Nacional del PP y luego estuvo entre los promotores y organizadores del regreso de Arnulfo Arias del exilio, evento que tuvo lugar en junio de 1978.

Endara alcanzó en 1979 la Subsecretaría General del PP, en 1982 representó al partido en la Comisión Revisora de la Constitución Política y en 1983 asistió al octogenario caudillo en la puesta en marcha del Partido Panameñista Auténtico (PPA), nuevo proyecto partidario que sustituyó a un PP hostigado desde el poder y que ofrecía al electorado contrario al régimen postorrijista unas garantías de genuina alternativa política. En la Convención Nacional Constitutiva del PPA, el 14 de agosto en Penonomé, provincia de Coclé. fue elegido subsecretario general del partido. 

El fallecimiento de Arias el 10 de agosto de 1988 privó al PPA de su jefe histórico y espoleó las divisiones internas en el panameñismo, que, como había sucedido con el PP un lustro antes, empezó a ser hostilizado y cooptado por el PRD y los militares. Antes de morir, Arias designó a Guillermo Endara, ya secretario general de la formación, su portavoz ante la opinión pública.

Así que, ese mismo año, la facción legataria de la memoria de Arias que encabezaba Endara, antimilitarista convencido y hostil a cualquier componenda con el gobierno del PRD, abandonó una formación desnaturalizada y se echó al ruedo político sin la cobertura de una sigla partidista, aunque en marzo de 1989 él empezó a organizar su propia formación, el Partido Arnulfista (PA), que por el momento no recibió carta de legalidad.

En las negociaciones de los principales partidos de la oposición no panameñista se convino que fuera un panameñista el candidato presidencial unitario para las trascendentales elecciones del 7 de mayo de 1989, y el hombre del consenso fue Guillermo Endara. El abogado se inscribió como el postulante de la Alianza Democrática Oposicionista y Civilista (ADOC), que reunía a tres formaciones del centro-derecha y el nacionalismo moderado y antimilitar: el Partido Liberal Auténtico (PLA); el Partido Demócrata Cristiano (PDC); y el MOLIRENA; los disidentes legitimistas del PPA y el pequeño Partido de Acción Popular (PAPO) cerraron filas también con Endara. Entre tanto, el Tribunal Electoral concedió el control del PPA a la facción minoritaria cooptada por el régimen, la encabezada por Hildebrando Nicosia Pérez, que planteó su propio envite presidencial.

Los comicios discurrieron en un clima de violencia e intimidación de la oposición a cargo de los partidarios de Noriega que culminó con el decreto del Tribunal Electoral, el 10 de mayo, de la anulación de las votaciones arguyendo defectos de procedimiento. Para Endara y la ADOC, la intempestiva decisión no era sino una maniobra del dictador encubierto para anular la derrota del perredista Carlos Alberto Duque Jaén, sustentado por la progubernamental Coalición de la Liberación Nacional (COLINA), formada por siete partidos.

La convocatoria por Endara de una huelga general para obligar al Gobierno a respetar el proceso democrático halló poca respuesta en la mayoría de la población hostil a Noriega, sobre la que se abatió con más fuerza que nunca la represión. El día decisivo del 10 de mayo Guillermo Endara mismo fue objeto de un atentado atribuido a las bandas paramilitares norieguistas que le obligó a guardar cama en un hospital durante algunos días, y desde finales de septiembre, luego de dar Noriega un cerrojazo autoritario al proceso en curso, el presidente in péctore desafió al autócrata con un encierro y una huelga de hambre en su sede partidaria.

El 5 de octubre las fuerzas adictas al régimen asaltaron el recinto y, entre empellones, sacaron a Endara y sus colaboradores, quienes luego le ayudaron a tomar cobijo en la Nunciatura Apostólica en Panamá, regida por Monseñor Sebastián Laboa. Sin embargo, la mascarada electoral de mayo marcó un punto de inflexión en la crisis política panameña, aumentando el descrédito del régimen e intensificando la presión general sobre Noriega.

Luego de disolver el Consejo General del Estado la Asamblea Legislativa y de nombrar a Francisco Antonio Rodríguez Poveda como nuevo presidente de la República en lugar de Manuel Solís Palma (el 1 de septiembre, el mismo día en que debía tomar posesión el vencedor de las elecciones de mayo, esto es, y según todos los datos, Endara), de capear una intentona golpista (el 3 de octubre) y de asumir personalmente el Gobierno con "poderes extraordinarios e indefinidos" (el 15 de diciembre), la suerte del dictador quedó echada el 20 de diciembre por la invasión de 24.000 soldados estadounidenses.
En la misma jornada de la invasión y desde un lugar no revelado, Endara, Arias y Ford prestaron juramento de la Presidencia, la Vicepresidencia primera y la Vicepresidencia segunda de la República, respectivamente. El 27 de diciembre un nuevo escrutinio por el Tribunal Electoral de las actas del 83,1% de las mesas electorales atribuyó a Endara el 62,5% de los sufragios frente al 24,9% de Duque, Siendo Guillermo Endara proclamado presidente y su toma de posesión validada con carácter retroactivo. El recuento oficial determinó también que la ADOC había obtenido 51 de los 67 escaños de la Asamblea.

Endara tomó las riendas de un país desarticulado recién salido de un estado pseudodemocrático y ahora con la soberanía nacional más restringida por la presencia de miles de tropas de ocupación extranjeras. Pero también heredó un cuadro económico desastroso, con los niveles de producción en caída libre (el PIB registró una contracción del 10% en el conjunto del año), la tercera parte de la población activa en el paro, una deuda exterior de 5.500 millones de dólares, elevadísima para un país con dos millones de habitantes, y el diálogo con el FMI y los organismos multilaterales de crédito en el vado, debido a la morosidad y la escasa credibilidad del gobierno anterior.

A todo ello debían sumarse las pérdidas ocasionadas por la intervención militar estadounidense: los bombardeos indiscriminados habían dañado barrios populosos de la ciudad. La Cámara de Industria estimó las pérdidas en más de 2.000 millones de dólares. A mayor abundamiento, el Congreso de Estados Unidos no estaba por la labor de compensar debidamente al Estado panameño por los daños económicos de la Operación Causa Justa.

Endara emprendió su complicada presidencia con un talante bienintencionado y voluntarioso, pero bien pronto topó con los imponderables. 

El 10 de junio de 1990 se casa con Ana Mae Díaz Chen de Endara, quien en los años siguientes estuvo muy activa en obras de carácter social.

El 30 de abril de 1990, Endara, siendo secretario general provisional del mismo (la presidencia interina la ostentaba Jorge Pacífico Adames), registró oficialmente al PA. A pesar de contar con el respaldo de los principales dirigentes panameñistas, Endara renunció a toda aspiración a presidir el partido, explicando que sus deberes al frente del Estado como presidente de todos los panameños hacían aconsejable no encabezar también una organización política. Así que la Convención Nacional Constitutiva del PA, el 29 de septiembre de 1991 en Penonomé, eligió para este puesto orgánico a la viuda de Arias Madrid,
Mireya Moscoso Rodríguez. A petición de Moscoso, Endara aceptó en octubre ser coordinador de la Junta Consultiva de la agrupación. 

En poco más de un año y medio de asumir el poder político del país el Producto Interno Bruto (PIB) había crecido a un ritmo asombroso del 8,8% anual, gracias al regreso de los capitales foráneos y la reactivación de la actividad comercial y los negocios ligados al gran puerto franco de Colón. Si 1989 registró una recesión masiva del -10% del PIB, el primer año entero del Gobierno de Endara, 1990, cerró con un espectacular 9,5% de crecimiento.

Además, la reprogramación de las obligaciones vencidas con las instituciones financieras internacionales permitió a Panamá recuperar la elegibilidad crediticia y la inflación se mantuvo absolutamente domeñada en todo el período, registrándose incluso deflación en algún tramo, en parte gracias a la política de precios a la baja en los carburantes practicada por el Gobierno, que contribuyó de paso a la reactivación general de la gran economía.

La consolidación de una economía convaleciente del marasmo y la depredación en que estuvo sumida durante los años de la dictadura militar, y en un plazo de tiempo mucho más corto de lo estimado, fue un mérito reconocido al Gobierno de Guillermo Endara. 

Por otra parte, en la Convención Extraordinaria del PA celebrada en Boquete el 23 de abril de 1993, Endara y otros altos dirigentes arnulfistas escaparon a un atentado contra su vida cuando una bomba de relojería colocada en el edificio convencional estalló a destiempo por un fallo de programación en el computador. El intento de magnicidio se atribuyó a antiguos militares y policías sediciosos. 

La recuperación de las instituciones democráticas, el haber organizado las elecciones más limpias y libres en la historia del país y el haber encarrilado a Panamá en el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) son hechos indiscutibles que demuestran su creencia en que la democracia es el mejor sistema de gobierno. 


El ex presidente panameño ha seguido completamente activo en la política nacional desde entonces. Renunció al escaño que le correspondía en el Parlamento Centroamericano (Parlacén). En 1996 trabajó como miembro de la Comisión Presidencial para la Redacción del Proyecto de Ley Orgánica de la Policía Nacional y luego se situó de nuevo en el campo progubernamental a raíz de la victoria de Moscoso en las elecciones presidenciales del 2 de mayo de 1999. En 2000 fue nombrado asesor en la Dirección General de la Autoridad de la Región Interoceánica (ARI), entidad encargada de administrar los bienes de la recientemente fenecida Zona del Canal, revertida por Estados Unidos al Estado panameño.

Sin embargo, posteriormente, Endara fue distanciándose de Moscoso, a la que reprochó falta de carácter y de experiencia política para desempeñar la suprema magistratura y lidiar con las problemáticas del país. En 2001 Endara fue apartado del Directorio Nacional del PA y articuló una facción interna del partido, Unidad Arnulfista y Panameñista, con la que reclamó el legado del caudillo desaparecido y disputó, infructuosamente, la jefatura interna a Moscoso. En agosto, incluso, interpuso una denuncia contra la presidenta en la Fiscalía Electoral por una supuesta amenaza de destitución de funcionarios que no la respaldaron en sus aspiraciones de ser reelegida presidenta del PA.

A lo largo de 2002, aun continuando su membresía en el PA, Endara fue preparando su candidatura presidencial, habilitada por la Constitución, para las elecciones de mayo de 2004. El Ex presidente Endara confirmó su postulación en los primeros días de 2003 a través de una serie de declaraciones a la prensa con las que también se refirió a su "sueño" de poder "rescatar el PA de la corrupción y la autocracia interna" en la que, a su juicio, se había sumido la formación política por él fundada. El 26 de febrero la Comisión Política Nacional del Partido Solidaridad, oficializó la candidatura del ex presidente por cuenta suya y el 16 de marzo la convención extraordinaria del Partido Solidaridad aprobó por mayoría de sus convencionales postularlo a la Presidencia de la República para el período 2004 - 2009.

A lo largo de su trayectoria profesional privada, el ex mandatario panameño ha sido miembro o asesor jurídico de las juntas directivas de varias empresas, entre las que se citan Endamany, S. A., Harinas Panamá, S. A., Empresas Tagarópulos, S. A., Servicios de Cobros y Finanzas, S. A., y Conservas Panameñas Selectas, S. A. Además de la Universidad de Panamá, ha prestado servicios lectivos en la Universidad Católica Santa María la Antigua.

Guillermo Endara y Solidaridad camino al 2004...  De la Mano con el Pueblo